Hay algunas cosas de las que es mejor no hablar al principio
del noviazgo ya que una indiscreción puede constar nos el truene. Pasado el
tiempo y a sabiendas de que nuestra relación está tomando un giro serio y
permanente, entonces estaremos pensando en tocar ciertos temas.
Entre estos intocables temas
se encuentra nuestra situación económica. Cuestiones como ¿cuánto ganas? y ¿en
qué gastas tu dinero? son asuntos de cada quien; hablar de pesos en una etapa
temprana de la relación puede llevar a la discusión por la diferencias en
cuanto a su forma de administrarlo. El excesivo apego a tus padres (mamitis y/o papitis) es algo de lo que tu pareja no debe enterarse o al menos no tan pronto, no querrás desilusionarla al darse cuenta de que no eres ese hombre o mujer independiente que esperaba.
Tus experiencias sexuales son un tema que debes mantener
cerrado a tu pareja, de cualquier manera no ha de ser interesante saber con
cuántas personas has estado y tus preferencias a la hora de intimidar.
Los secretos de familia no se
revelan en las primeras citas, incluso después de un tiempo juntos porque luego
vienen las críticas, algo que a la pareja no le gustará pues finalmente se está
hablando de la gente que ama.Lo mismo con los secretos de los amigos, es mejor no revelarlos a tu pareja
porque una vez que los sepa, juzgará y hasta puede llegar a interferir para que
no se frecuenten más, lo que creará conflicto.
Conforme pase el tiempo podremos darnos cuenta si estamos listos
para hablar de ciertas cosas; el conocernos mejor y la confianza ganada quizás
nos den la seguridad que necesitamos para hablar de ciertos temas que
manteníamos ocultos por varias razones y que finalmente ponían en riesgo la
relación.
Imagen tomada de la URL:
No hay comentarios:
Publicar un comentario